El masaje sueco se realiza mediante una serie de movimientos manuales aplicados con diferentes intensidades:
• Effleurage (deslizamientos suaves): movimientos largos y fluidos que preparan la musculatura.
• Petrissage (amasamientos): maniobras que movilizan el músculo para liberar tensión.
• Fricciones: movimientos circulares que estimulan la circulación.
• Percusiones suaves: golpeteos rítmicos que reactivan la energía muscular.
• Vibraciones: movimientos rápidos y sutiles que inducen una sensación de calma.

Cada técnica se aplica con un objetivo específico, logrando un trabajo integral sobre el cuerpo.

Beneficios del masaje sueco

Los resultados de este masaje abarcan varios niveles del bienestar:
• Físico: relaja la tensión muscular, mejora la circulación sanguínea y linfática, y favorece la oxigenación de los tejidos.
• Emocional: reduce el estrés, la ansiedad y genera una sensación de tranquilidad y ligereza.
• Mental: ayuda a calmar la mente y a mejorar la concentración.
• Preventivo: contribuye a mantener la elasticidad muscular y a evitar sobrecargas o molestias derivadas de la tensión acumulada.